Durante el año 1883, el volcán Krakatoa, ubicado en la costa de Jakarta, Indonesia, llevaba meses atravesando una etapa de gran actividad sísmica y eruptiva, la cual alcanzó su punto más alto a las 10:02 del 27 de agosto. Luego de dos erupciones previas de menor intensidad, el volcán generó su mayor explosión, la cual fue tan violenta que se logró oír a 4800 km de distancia.
Un barómetro situado en la cubierta de una planta de gas ubicada a 160 km de la erupción, registró un nivel de ruido de 172 dB.
A modo de referencia sobre 120 dB el oído humado puede llegar a sufrir daños, siendo 130 dB el umbral del dolor. 172 dB es aproximadamente 13 veces más ruidoso que el despegue de una nave espacial a 30 metros de distancia.
Las ondas sonoras dieron la vuelta 7 veces al globo durante los 5 días siguientes, hasta que finalmente cayeron bajo el umbral auditivo. De esta forma la erupción principal del volcán Krakatoa se transformó en el nivel de ruido más fuerte del que se tenga registro sobre la superficie de la tierra.