En la actualidad, la calidad del medio ambiente se ha visto disminuida de manera importante, esto debido a diversos contaminantes, entre ellos la contaminación acústica, que han ido afectando la calidad de vida y medio ambiente de Chile y el mundo.
Hoy en día, el rubro de la Ingeniería Acústica posee un rol importante en la sociedad, y si bien es un área relativamente nueva (alrededor de 50 años de presencia nacional), ya existen entidades que establecen las bases y directrices para el control y fiscalización del ruido como contaminante ambiental, que ha aumentado gracias a la actividad antrópica del país, la cual se ve reflejada en áreas como el auge en la demanda inmobiliaria, el incremento anual del parque automotriz, la actividad minera o el incremento del desarrollo energético. Controlar este aumento de emisiones de ruido es fundamental para garantizar nuestra calidad de vida y proteger a nuestro entorno.
En materia de ruido ambiental, entidades gubernamentales han ido evolucionando con el paso del tiempo y han implementado nuevas normativas que protegen la calidad de vida de las personas. Dicha regulación está determinada por lo estipulado en el Decreto Supremo N°38 de 2011 del Ministerio del Medio Ambiente, “Norma de emisión de ruido generados por fuentes que indica”, norma elaborada a partir de la revisión del D. S. N°146/97 del MINSEGPRES, la cual no solo establece los límites máximos permisibles según horario y zona de emplazamiento específica, sino que además establece un procedimiento de medición para obtener, de la manera más representativa posible, los niveles de inmisión de ruido en puntos receptores, lo cual es la base para evaluar, diagnosticar e implementar soluciones que permitan reducir los niveles generados por las distintas actividades comerciales en caso de ser necesario.
Es importante comprender que estas regulaciones respecto del ruido ambiental, no sólo sirven para garantizar la calidad de vida de una comunidad, sino que el cumplimiento normativo de las emisiones de ruido generadas por la actividad comercial, permitirá garantizar la operación de ésta sin correr riesgo de eventuales multas, sumarios sanitarios e incluso clausuras. Cuidar del medio ambiente y nuestro entorno no sólo genera un beneficio a la comunidad, sino también a la actividad comercial y a todo lo que eso conlleva.
El compromiso es de todos y en Delta dB Ingeniería nos hacemos cargo y tomamos cartas en el asunto.