Es lugar común en la cotidianidad de las personas y también en las áreas ajenas al ámbito de la ingeniería acústica, la confusión que existe entre la absorción acústica y el aislamiento acústico, que de forma categórica aclaramos desde ya, no son lo mismo. El tamaño del mito es comparable al de las cajas de huevo, que aprovechando el impulso también procedemos a declarar como falso.
Para entender que ambas características son distintas, es importante revisar las definiciones de ellas, a lo que procedemos a continuación.
La cualidad absorbente acústica de un elemento en términos simples se refiere a la capacidad del elemento de transducir una porción de la energía acústica que incide sobre sí en otros tipos de energía, principalmente calórica. El coeficiente de absorción acústica de un material oscila entre valores de 0 a 1 (0% a 100%) y matemáticamente se representa como el cociente entre la energía absorbida y la incidente sobre un elemento.
El aislamiento acústico, en cambio, se define como la cualidad de que un elemento se oponga a la transmisión del a ruido a través de sí, sea este ruido de impacto o ruido aéreo, tema que desarrollaremos en mayor detalle en un futuro artículo. Existen distintos grados de aislamiento acústico y distintas valorizaciones globales, siendo las más utilizadas en el territorio nacional el Índice de Reducción Sonora (Rw) y el Nivel de Presión Sonora de Impactos (Ln).
Mientras la absorción acústica contribuiría para disminuir la cantidad de reflexiones acústicas que suceden al interior de un recinto (reverberación), lo que traería como consecuencia una mayor confortabilidad e inteligibilidad al interior del mismo, el aislamiento acústico podría evitar que las ondas sonoras se propagasen hacia el interior o exterior del recinto bajo interés. Es decir, mientras uno contribuiría a mejorar la acústica interior de un espacio, el otro contribuiría a mejorar la acústica exterior del mismo.
A pesar de que ambas características, como ya aclaramos, no son lo mismo, ambas podrían llegar a un muy buen resultado si se trabajan en conjunto y de forma correcta, muestras de esto podrían ser un auditorio, una discoteque, un salón de eventos o incluso una sala de máquinas.
Entender la diferencia entre aislamiento y absorción acústica es vital, permitiendo tomar decisiones correctas y optimizar la inversión en pro de dar solución a la inconveniencia acústica.